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5. El dualismo antropológico de Platón: desprecio del cuerpo
5. El dualismo antropológico de Platón: desprecio del cuerpo
En el idealismo de PLATÓN (-427/-347), el ser humano o anthropos es fundamentalmente su alma. El alma está unida accidental e incómodamente al cuerpo. Alma y cuerpo están unidos como el caballero y su caballo, como el piloto y la nave que gobierna: el cuerpo es como la prisión del alma y de esta prisión el alma anhela salir.

Un dualismo antropológico i una visión tripartita del alma, el alma es vista como una fuerza o dynamis, como un carro tirado por dos caballos alados y conducido por un auriga. Vive en el mundo de las ideas con posibilidad de elevarse y contemplar el mundo jerárquico de ideas. El auriga simboliza la parte racional o las capacidades intelectuales; el caballo blanco, la parte irascible o tendencias positivas como por ejemplo el coraje; el caballo negro, la parte concupiscible o tendencias negativas como los instintos más bajos.  Cuando este carro, el alma, pierde el equilibrio, cae en el mundo de las cosas, ocupando un cuerpo y olvidando lo visto. Su anhelo será volver a su origen.
a. ¿Qué dijo?

«¿Cuándo, entonces capta el alma la verdad? Porque siempre que la intenta percibir asociada al cuerpo, es evidente que queda por él.» F


b. ¿Por qué lo dijo?

Porque en este dualismo se desprecia el cuerpo, enalteciendo el alma.
Porque el cuerpo interfiere perturbando todos los intentos de concentración.
Porque la ciencia o conocimiento sólo es posible con la colaboración del cuerpo.
Porque el acceso a la verdad requiere motivación o estimulación corporal.

Girona, enero 2016   Comentarios, sugerencias, críticas,...   Llorenç Vallmajó Riera