6. Aristóteles: la felicidad, actualización de las potencialidades
El núcleo de la visión ética de
ARISTÓTELES (-384/-322) establece que el ser humano
sólo vivirá bien y será feliz si desarrolla sus capacidades o potencialidades. Pero así como la función de un cuchillo es cortar, ¿hay alguna
función o actividad propiamente humana
la realización de la cual genere felicidad?
La felicidad o
eudaimonia es el
bien supremo,
deseable por si mismo y
no subordinado a ningún otro. Es más fácil decir qué no es, que decir qué es: no es un estado pasivo. A pesar de que cada cual puede encontrarla en un lugar diferentes, Aristóteles busca una
visión integradora y fundamentada en la
antropología. Los humanos compartimos con plantas y animales, un
alma vegetativa; compartimos con los animales un
alma sensitiva; pero es propio de los humanos un
alma intelectiva. Así, más allá de visiones parciales diferentes, es en la realización de las
dimensiones intelectivas o racionales, con excelencia o plenitud, donde podemos encontrar la más elevada felicidad.